domingo, 1 de febrero de 2015

LA RELACIÓN DEL YO.

A lo largo de nuestras vidas, sufrimos ciertas decepciones amorosas. Algunos dramáticos las llaman tragedias, otros optimistas: lecciones, otros negativos les dicen "pérdidas de tiempo" y otros simplemente creen que olvidan y lo llaman "no lo recuerdo".

Como quieran llamarlas, siempre terminaremos en tres lados distintos luego de:

Está el estado soñador: "Pronto encontraré a alguien", el clásico: "No quiero ninguna relación por ahora" y el aún más clásico: "¡Odio a todo el mundo, me quedaré sol@!".

Pero empecemos con la frase del medio, esa frase que supuestamente sería ese medio justo que parece la sensación inmediata más correcta, pero que lamentablemente ha sido sólo mi frase exhibicionista frente a los demás y quizá la de muchos otros también.

Durante todos estos meses sin publicar ni un sólo artículo, he llenado 7 borradores en entradas, que se han quedado en "Entonces, cuál es la lección acá..." o "Gente, no hagan esto por...". Y es que me he quedado cuadrada en mi mundo redondo, sí, redondo sentimentalmente, en el que acababa algo y ya estaba empezando otra cosa. 

Llenaba vacíos pues no podía estar sola ¿me ha costado escribirlo? No, ya estoy tan empapada con eso que llaman "auto-análisis" que hasta me siento bien de escribirlo y por supuesto de que ustedes lo lean, también. Porque volviendo a lo de arriba, ese estado brutal de "no quiero ninguna relación por ahora", nunca funcionó para mí.

En estos casi 6 meses he aprendido a lágrimas a estar soltera ¿suena dramático no? pero es cierto, al menos como yo lo sentí. Esas simples cosas como: ir al cine, ir a comer algo luego del trabajo, o simplemente recibir una llamada preguntando cómo fue tu día (esas estupideces de las que tantas veces me he burlado), me hacían falta y mucha.

Estaba desesperada, nunca había estado tanto tiempo sola, pero sabía que justamente esa desesperación era una alerta de que algo andaba mal conmigo, porque no se trataba de extrañar a alguien en especial, no era que simplemente estaba acostumbrada a tener a alguien ahí para mí. Era más que eso, era que me sentía sola, por mucho tiempo me había sentido sola y por eso no soportaba la idea de estar sólo conmigo misma.

¿Que es lo más dramático de esto? Sí, hay más drama... que por mucho tiempo me burlé de la gente así (eso sí me costo escribirlo, me siento tan estúpida al respecto). Ahora ya entiendo por qué "me gustaba estar sola" (separarme del grupo, encerrarme en mi cuarto, caminar sin rumbo escuchando música) porque sabía que siempre podía volver a alguien y que ese alguien siempre estaría esperándome hasta que yo lo decidiera. Triste ¿no?.

Pero bueno, no todo fue malo, me di cuenta que tuve muy bonitas relaciones a pesar de mi problema. Personas especiales que marcaron grandes lecciones en mi vida, que por muchos errores que hayamos cometido, siempre habrán grandes experiencias que recordar para reír un rato. Dentro de mi egoísmo de casi 8 años con pareja, les agradezco infinitamente por tanto cariño. Espero que alguno también quiera agradecerme todo el cariño que yo también les tuve y tengo.

Hoy no pienso mudarme al tercer estado de la intro a este "revelador" texto (déjenme creer que he aprendido lo suficiente para decir revelador, así sepa un 1% de todo lo que se me viene). Hoy quiero mudarme a seguir disfrutando de mí misma. Sí, ahora puedo decir disfrutar; luego de largas amanecidas escribiendo, varias tazas de café en el techo de mi casa, varias maratones de series (sigo haciendo todas esas cosas, pero sin internarme por días bajo una frazada); puedo decirlo en voz alta y con todo el orgullo sano que me permite el momento.

Aún así, no quiero cerrar la puerta, quiero ser libre y que me sientan libre, capaz de formar algo bonito nuevamente, en el que ambos sepamos que no estamos solos y que tampoco lo estaremos a pesar de separarnos. Quiero poder decir que sí o no sin pensar en cómo debo manejar a alguien para que esté a mí lado y sea yo quien controle todo. Quiero ser esa mujer que puede hacer con su vida lo que le plazca respetando a los demás, no solo de careta, no sólo de sonrisa falsa, no sólo por aparentar madurez o cualquier huevada que llamen "crecer". Porque todas y todos somos diferentes, hacemos y creamos nuestros mundos de maneras diferentes, los entrelazamos y aprendemos.

Sé que no estoy sola y jamás lo he estado, he aprendido que el primer paso para ser tú, es abrir bien los ojos y mirarte muy en el fondo, en ese momento vulnerable y decirte a ti mism@ "¿por qué?".

Y puede que esté equivocada en todo esto, pero espero que cuando se encuentren en alguna situación que termine en uno de los tres estados con los que arranqué este texto (o quizá tengan unos cuantos más que agregar), conozcan el "porqué" más sincero que jamás hayan encontrado. 

Mis mejores deseos, así sean enviados a través de un computador.

Cierto, a partir de ahora escribiré todos los meses, espero les guste :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario